
Minube, donde empiezan los viajes
Minube, donde empiezan los viajes y donde terminan para compartir lo que has vivido. Con este lema nació en 2007 Minube.com, una página web española, creada en Madrid. Desde un principio destacó por una presentación diferente, una estética muy cuidada y original, y unos contenidos que rápidamente ayudaron a convirtirse en una website muy prestigiosa.
Premios
En 2017 fue galardonada con el premio Tu Economía 2017 en la categoría de Mejor Iniciativa Digital que organiza el diario LA RAZÓN.
Explica Gonzalo Moreno, miembro del equipo fundador, que la compañía siempre apostó por un enfoque diferencial: «Nacimos con la obsesión de estar en todas las etapas del viaje. Otros se concentran sólo en una o dos».
A medio camino entre plataforma de reserva de viajes –como TripAdvisor– y una red social, Minube.com ofrece la posibilidad de compartir información. Se puede seguir a otros perfiles, consultar ofertas de vuelos, hoteles y descubrir destinos nuevos.
Fuerza
Actualmente, la plataforma cuenta con 2,5 millones de usuarios registrados y sigue creciendo. Una gran parte de sus usuarios son españoles. En el último año, han alcanzado las 100 millones de visitas. Sin duda alguna, ésta guía es una herramienta importante para obtener nuevos clientes de España.
El 90% del contenido que comparten sus usuarios y el 70% del tráfico web, provienen de los smartphones… de modo que su APP es un producto muy cuidado y muy utilizado por sus seguidores.
Perfil de usuarios
El perfil de sus usuarios es gente joven, adaptada a las nuevas tecnologías. Hacen sus consultas y reservas fundamentalmente a través de los teléfonos móviles.
Booking obtiene reservas de sus alojamientos también a través de esta importante website. Y, teniendo en cuenta que su principal mercado es España… estar anunciado en Minube.com es una excelente manera de conseguir más reservas de clientes españoles en tu alojamiento.
Puedes averiguar con qué otras agencias, OTA’s y guías colabora Happyflis. pincha aqui para ver la lista completa.
Fuente: LA RAZÓN