
Comida apetecible, consejos para fotografiarla
Comida apetecible en tus fotos. Un buen truco para conquistar a tus huéspedes y conseguir más reservas. A nadie se le escapa que tu excelente comida no deja indiferentes a tus clientes y es una de tus armas para ganarte sus corazones y hacer que se vayan de tu alojamiento felices y contentos. Entonces… si eres capaz de enamorarlos a través del paladar y el estómago ¿por qué no tienes esas fotos tan atractivas y bien hechas que hacen que tus platos apetezcan en tu álbum de fotos de Booking, Expedia o Airbnb?
Comida apetecible, todo un arte
Tienes que conseguir llamar la atención de tu futuro huésped. Si no consigues atraerlo, no tendrás su reserva. Y, cada vez más, las razones del por qué conseguirás que reserve en tu alojamiento -y no en otro- se están sofisticando.
La Comida apetecible o el Desayuno son armas muy poderosas, que juegan en tu contra o a tu favor. El cómo lo hagan dependerá del cómo las presentes. Gánate al cliente por la vista y luego, cuando ya esté en tu casa, comprobará que -efectivamente- cocinas como los ángeles y no se equivocó al reservar su alojamiento contigo…
Pero si no consigues atraerlo… ¿cómo va a probar las delicias de tu cocina si no se aloja en tu establecimiento?
Consejos de fotografía gastronómica
Aquí os dejamos, con todo el cariño de Happyflis, unos consejitos sencillos, que os ayudarán a plasmar correctamente vuestros productos y darles ese aspecto apetecible que necesitan:
La iluminación es importante. La luz de la ventana es una fuente de luz estupenda. Es mucha y cuando se difumina, puede envolver al sujeto de una forma encantadora. Cuando entre una luz fuerte por las ventanas, incorpora sombras en tu composición. Si está disponible, un tragaluz es una fuente de luz difusa ideal.
La composición es lo más importante. Ya que la comida en el plato, bol o copa es la estrella de la imagen, limita las distracciones del fondo. Una lente rápida te permitirá utilizar la poca profundidad de campo a tu favor, para dejar el fondo sabiamente desenfocado y añadir interés a la composición.
La presentación. Evidentemente, un desayuno o una comida son solo apetecibles a través de la fotografía. Nadie podrá oler esa maravilla o probar sus matices y sabores. De modo que todo va a depender de cómo hayas presentado el emplatado y la mesa. Pon todo tu buen gusto y capacidad en esto, sin escatimar esfuerzo.
El lado bueno es el lado más fotogénico. Así como la gente, a menudo, siente que tiene «un lado bueno» para ser fotografiada, pasa lo mismo con la comida. Gira el plato y el ángulo de disparo hasta descubrir cual es el lado que es mejor para la foto.
Hazlo simple. Mientras estés tomando fotografías, busca la mejor luz disponible. Las composiciones sencillas, con luz adecuada y sombras calculadas, sin distracciones innecesarias y aparentemente sencillas dan casi siempre los mejores resultados. La sencillez puede ser la clave y marcar la diferencia que haga de tus fotos algo muy especial.
¡Vuelve a tomar la fotografía! Si al abrir las fotos en tu computadora no te terminan de gustar… ni lo dudes: vuelve a hacerlas y evita esos detalles que influyeron en el “no me gustaron”.
Experimenta. Es más sencillo cuando estás tomando fotos en tu propia cocina, o en la mesa, pero sin clientes. Tómate tu tiempo, experimenta, juega con la luz, mueve la composición…
Inspírate con los grandes maestros
Entra e inspírate en las maneras de trabajar de cualquiera de estos magníficos fotógrafos gastronómicos:
- José Salto. Madrid (ES)
- Marian Gumà. Barcelona (ES)
- Dani Vottero. Marbella, Málaga (ES)
- Francesco Tonelli. Edgewater, Nueva Jersey (EUA)
- Rick Souder. Golden, Colorado (EUA)
- Bill Brady, Nueva York (EUA)
Por último, te damos este otro enlace… para que te sorprendas y veas hasta dónde son capaces de llegar los artistas de la fotografía gastronómica!
Al final, seguro, vas a dar con esas fotos que buscas!