
Crisis en las grandes OTAS
Crisis en las grandes OTAS o el devastador golpe de la pandemia en la industria turística, que ha supuesto que los grandes titanes de las reservas online (Airbnb, Booking y Expedia a la cabeza) se han tambaleado peligrosamente. Se están enfrentando al mayor desafío financiero de toda su vida empresarial.
Los viajes, paralizados
La crisis del covid-19 es también la crisis de las grandes OTAS y ha afectado durísimamente a todas ellas desde marzo, cuando el turismo mundial se paralizó en medio de las cuarentenas.
Fue ahí donde lo perdieron casi todo en pocas semanas. Se han registrado desplomes de más del 90% de las reservas esperadas y de más delm85% de la facturación. Algunos, como Trivago, se han desplomado hasta casi el 100% de su facturación. Y esto ha hecho que sus valores en bolsa se hayan desplomado también.
¿Cómo sobreviven las OTAS?
Para sobrevivir a la Crisis en las grandes OTAS, éstas han reducido salvajemente sus costes. Y lo han hecho así:
- Anulación casi total de las partidas destinadas a publicidad. Con esas campañas es con lo que conseguían sus reservas, pero, al reducirse tanto la venta, han decidido cortar por lo sano y pasar a un estado de hibernación que les permita aguantar lo máximo posible antes de tener que declararse en quiebra. Las campañas en Google y TV (especialmente las de Google) eran la principal partida en sus gastos y las han reducido al máximo (por ejemplo, Booking ha eliminado prácticamente el 90% de esta partida, que se estimaba en más de 6.000 millones de USD/anuales).
- Reduciendo costes en viajes de trabajo. Hasta ahora estas empresas mantenían un pequeño ejército de empleados y directivos que continuamente estaban viajando. Ahora apenas se mueven. Todo se soluciona por Skype o WhatsApp.
- Eliminando personal. Los tres grandes han despedido a 1 de cada 4 de sus empleados (por el momento, aunque se sospecha que vendrán nuevos despidos). Esto significa que Airbnb ha despedido a 1.900 personas, Booking a más de 4.000 y Expedia a 3.000 (que se suma al recorte del 12% de la plantilla, hecho en febrero 2020).
- Solicitando ayudas y subvenciones. Todas ellas están pidiendo ayudas a sus respectivos gobiernos, para resistir. Miles de millones.
¿Reciclarse o morir?
Hablando de la Crisis en las grandes OTAS, el director ejecutivo de Airbnb lo tiene claro: el turismo tal y como lo conocíamos ha pasado a la historia: «-¡Nadie sabe cómo será, pero creo que veremos una redistribución de dónde y cómo viaja la gente!-«. Por tanto, toca reciclarse.
Algunos países -como España- están calculando que el turismo en casas particulares, hostales y casas de turismo rural recaerá en el turismo interno, con viajes a comunidades locales cercanas entre la incertidumbre generada por el virus. Pero otros países -como Cuba- no están preparados para asumir que sus casas particulares se reenfoquen hacia el turismo interior. Este cambio puede salvar a algunos, pero muchos alojamientos se especializaron e invirtieron en adaptarse al gusto y necesidades del turismo extranjero (con muchísimo más poder adquisitivo) y ahora no podrían virarse hacia el turismo interno porque este turista no puede pagar lo que necesitan ingresar estos alojamientos.
De modo que no queda otra: hay que esperar. Esperar a que el virus mute hacia una versión más suave, menos contagiosa y menos letal (en cuyo caso se convertirá en algo parecido a una gripe típica) o a que aparezcan las muchas vacunas en las que todas las potencias están trabajando.
¿Y las grandes OTAS en crisis, seguiremos con ellas?
El colectivo de casas de alojamiento está en una situación claramente desfavorable frente a estos gigantes, que son multinacionales y están presentes en todos los mercados. Las OTAS imponen sus condiciones y los alojamientos y hoteles tienen que aceptarlas o no estarán presentes en sus catálogos y portales. Con sus fuertes comisiones (algunas agencias rebasan el 20%) provocan que los alojamientos se vean obligados a subir precios de venta para poder pagar las comisiones. Y esto perjudica claramente al alojamiento pues, cuanto más caras tenga las noches, menos reservas conseguirá. Pero, por otro lado, la realidad es que no puedes estar fuera de estos portales porque te quedas fuera del mercado.
¿Cómo sobrevivir a todo esto?
Con paciencia y fe. Ya sé que suena a poco y que más parece un consejo religioso que una táctica mercantil. Pero es que, realmente, solo queda eso. Hay que esperar a que el mercado deje de estar paralizado, absolutamente paralizado. Y hay que tener fe en que eso llegará dentro de un margen razonable de espera.
Por nuestra parte, estamos añadiendo nuevas herramientas para prepararlo todo de modo que, al volver a la luz y retomar los mercados su movimiento natural turístico, las casas que representamos se vean lo más favorecidas que sea posible.
La verdad es que estamos haciendo tantos cambios estratégicos (de los que, por pura precaución mercantil, aún no puedo hablar) que cuando volvamos a la normalidad esperamos convertirnos en el mayor gestor de alojamientos en Cuba, a años luz de nuestra competencia.
Como dice el refrán: no hay mal que a por bien no venga, amigos. Creemos que tantos meses parados (y los que aún nos quedan) debían aprovecharse. Y estamos en ello.
Ahora mismo toda da igual. Nada importa si a tu alojamiento le hacemos las mejores conexiones posibles, o te regalamos una website interactiva, o te conectamos con nuevas e interesantes OTAS, o nos ponemos a bailar ballet para entretenerte. Da igual. No hay demanda. Y en consecuencia, sin demanda, por muchas mejoras que hagamos no va a haber nuevas reservas. Sin clientes no hay facturación, y sin turistas no hay huéspedes. Pero que nadie se confunda, tenemos la obligación de seguir trabajando como si no hubiera crisis (y lo estamos haciendo). Mientras otros se lamentan, Happyflis se prepara para la Gran Guerra en la que estamos deseando entrar. Me refiero, obviamente, a la guerra comercial por captar clientes, huéspedes, mercado y reservas. Una guerra en la que -de ninguna manera- vamos a ceder ni un solo centímetro.
¿Seguiremos conectando alojamientos con OTAS? Sí, por supuesto. Pero de otra manera, con más cabeza, con estrategia, con más eficacia y en nuevos portales. Mis queridos amigos, clientes y seguidores… hoy más que nunca el eslogan publicitario de ¡Happyflis te cuida! tiene más sentido que nunca.
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